lunes, 30 de abril de 2012

Taller de Teatro para Niños



Modalidad de trabajo


1.-Llegar

Durante los primeros treinta minutos de la clase se harán trabajos corporales y vocales propiciando las condiciones del verdadero encuentro, de eso se trata “llegar”, dejar afuera del taller aquello que no está adentro, en el aquí y ahora, poder estirar los músculos, despertar los sentidos, agudizar los oídos para escuchar al otro y para escucharnos, mirarnos a los ojos, y disponernos de cuerpo entero, esto es cuerpo y mente, a jugar, a construir mundos chiquitos o magníficos pero nuestros.

2.- Los elementos

Los niños se dividirán en grupos de dos o más. Dispondremos de elementos plásticos y/o sonoros (telas, ropajes, pinturas, metales, instrumentos, objetos, etc.) con el fin de transformarlos en la medida de las necesidades que presente la acción posterior. El trabajo consistirá en una improvisación dirigida que incluirá como consigna el uso de la gestualidad por sobre el de la palabra, no en función de desestimarla, si no por el contrario, de comenzar a valorarla en toda su magnitud como instrumento de comunicación y desarrollo del individuo. En la contemporaneidad somos capaces de elegir rápidamente un objeto o una palabra, sin mediar reflexión y análisis alguno; este momento del taller está dirigido a revalorizar el uso de unos y de otros redescubriéndolos, conectando a los niños con sus sentidos a través de las texturas, los sonidos y las acciones que nos proponen las variaciones del mundo, que aquí será “nuestro” mundo, nuestro pequeño teatro. 

3.- El Relato

Durante la segunda hora de la clase también en grupos generarán una situación o juego dramático valiéndose de la construcción anterior, haya sido ésta a través de la relación con un objeto, con el espacio, con el sonido, etc. y la compartirán con los otros grupos. Este será el momento del relato en el cual no habrá restricciones de ningún tipo y la única consigna será jugar con concentración, estar allí donde sucede el relato (la historia), poner en práctica el recorrido anterior de la clase: cuerpo y mente dispuestos a jugar a aquello que hemos planteado como juego.
  Con el transcurrir de las clases y en la medida en que los niños vayan perdiendo inhibiciones y desarrollando su compromiso y concentración con la dramatización se incorporará “el texto” a través de lecturas que ellos mismos podrán proponer si lo desean, tomando pequeñas escenas de cuentos, novelas u obras de teatro para niños. 

4.- Reflexión

Luego de jugar y ver jugar a otros, nos sentaremos en ronda a charlar. Analizar lo que hicimos y lo que vimos hacer a nuestros compañeros, siempre desde la reflexión y no desde la calificación. Este momento es muy importante, es el momento del abrazo fraterno y el descanso.